"What's Next in Space Exploration"

martes, 15 de marzo de 2011

Antecedentes para la creación de la AEM


Las actividades del Gobierno Mexicano en actividades espaciales iniciaron a finales de la década de 1950, cuando Walter Cross Buchanan, secretario de Comunicaciones y Transportes (1955-1964), y Manuel Sandoval Vallarta promovieron el diseño y construcción de cohetes para monitorear la alta atmósfera, con el apoyo de académicos del Instituto Politécnico Nacional. De igual manera, otros cohetes sonda fueron lanzados por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí por aquellos años.

En el mismo sentido, el presidente Adolfo López Mateos emitió un decreto en el Diario Oficial de la Federación del 31 de agosto de 1962 que creó la Comisión Nacional del Espacio Exterior (CNEE), adscrita a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes con el fin de fomentar la investigación, explotación y utilización pacífica del espacio exterior; Comisión que continuó con los trabajos de cohetería, telecomunicaciones y estudios atmosféricos en el país.

La creación de la CNEE impulsó la investigación espacial y en ese mismo año, 1962, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de su Instituto de Geofísica, creó el Departamento del Espacio Exterior, hoy Departamento de Ciencias Espaciales.

En los años posteriores, la CNEE fabricó los cohetes Mitl y se obtuvieron importantes avances en el estudio de la alta atmósfera a través de tres subprogramas de investigación. Sin embargo, el gobierno del presidente José López Portillo canceló los trabajos en materia espacial y publicó la desaparición de la Comisión Nacional del Espacio Exterior en el Diario Oficial de la Federación del 3 de noviembre de 1977.

Ante la falta de un órgano oficial del desarrollo espacial en México, los esfuerzos en esta materia se aislaron. Por ejemplo, se desarrollaron y calificaron experimientos en ciencias de materiales para ser efectuados en el Transbordador Espacial de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) de los Estados Unidos, desarrollados en la década de 1980 por un grupo de investigadores e ingenieros de la UNAM.

La industria de las telecomunicaciones impulsó la creación de una red satelital para su sector, la cual se concretó con la puesta en órbita de los satélites Morelos durante 1985 por la NASA, lo que impulsó a que instituciones como el CICESE desarrollara trabajos en tecnología telefónica, VSAT y comunicación movil en banda L. Los trabajos con la NASA permitió que el doctor Rodolfo Neri Vela participara en una misión de los transbordadores espaciales y se convirtiera en el primer astronauta mexicano.

Algunas actividades espaciales fueron financiadas por el extinto Instituto Mexicano de Comunicaciones (transformado en la actual Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL)), por el organismo descentralizado Telecomunicaciones de México (Telecomm) y por la empresa privatizada que surgió de Telecomm, Satélites Mexicanos, S.A. de C.V. (Satmex); así como por algunas instituciones de educación superior, principalmente la Universidad Nacional Autónoma de México, junto con el Instituto Politécnico Nacional (especialmente a través del Cinvestav), el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada.

Concretamente la UNAM, durante la década de 1990, creó el Programa Universitario de Investigación y Desarrollo Espacial (PUIDE) mediante el cual se diseñó y construyó el microsatélite UNAMSAT 1, el cual se perdió durante el lanzamiento en 1995. Pero un microsatélite gemelo, el UNAMSAT B fue puesto en órbita un año después.

Además de las instituciones universitarias, también llevaron a cabo esfuerzos individuales personas y pequeños grupos autónomos, pero sin coordinación y sin la participación ni apoyo importante del Gobierno o de inversionistas mexicanos. La Sociedad Espacial Mexicana (SEM) se fundó en 1990 por iniciativa de Jesús Raygoza. El grupo ha trabajado con algunas escuelas mexicanas y en proyectos de cohetes de aficionados, pero con poco impacto en el resto del país y de la sociedad.

Por otro lado, en la década de 1990 se presentaron al menos dos iniciativas diferentes para la creación de una oficina o agencia espacial nacional. En 1995, la SEM entregó una propuesta al Gobierno del Presidente Ernesto Zedillo y a la Comisión de Energía del Congreso de la Unión. Y en 1998, un grupo de académicos mexicanos se expresó en las mismas líneas en audiencia ante la Comisión de Ciencia y Tecnología.

En 2004 los ingenieros Fernando de la Peña Llaca y José Luis García García con la asesoría del doctor Gianfranco Bissiachi, el licenciado Fermín Romero, el Doctor José Hernández y el Doctor Rodolfo Neri Vela comienzan la promoción para la creación de una Agencia Espacial Mexicana, idea que un año después se presentará como una iniciativa de Ley en la Cámara de Diputados.

1 comentario:

Chato Wilbury dijo...

Yo creo que le falta presencia a la AEM!!! No es cosa de presupuestos!!! Deben tener blogs, paginas y Facebook para que los que nos gusta del tema estemos enterados y proponiendo!!!

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